Carisma

"No fue Moisés el que os dio el pan del Cielo. Es mi Padre el que os da el verdadero pan del Cielo, porque el pan de Dios es el que baja del Cielo y da la vida”. (Jn 6,32-33)


 
Nuestro Carisma es Vivir la Existencia Eucarística de nuestro Señor Jesucristo en alegre expropiación de la propia Voluntad y en pobreza, dicha existencia se convierte en alimento para la vida del mundo, por la transformación que se realiza en aquel que recibe como el Hijo, la Voluntad del  Padre y se deja hacer por El, queriendo lo que El quiere, deseando lo que Él desea y amando lo que Él hace. La expropiación de la propia Voluntad piedra angular de nuestro carisma conlleva unos frutos que la testimonian: a. Sacramento de Unidad. b. Vivir en el espíritu de las Bienaventuranzas.

Ser alimento para la vida del mundo significa vivir una existencia de cordero. El cordero escucha y acoge amorosamente la Voluntad de su Pastor, guardando su Palabra. Porque “no vive el hombre solo de pan sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios” (Mt 4,4). De esta manera, el Peregrino se constituye en enviado que sacia el hambre que el hombre tiene de Dios y que Dios tiene del hombre. "Dadles Vosotros de comer".