Vida fraterna

 
Vivimos en fraternidad conventual abiertos al apostolado en un estilo de vida contemplativo-apostólico que nos permite bien orar con Jesús a solas, bien salir en su Nombre a llevar el Evangelio a los hombres y mujeres de nuestro tiempo. Para nosotros es fundamental la vida comunitaria que se resuelve en ser vida de familia.
 
 
Dios nos llama a ser familia y a mostrar con nuestra vida la verdadera familia a imagen de la Trinidad que es familia en el amor. En nuestros conventos debe reinar la auténtica fraternidad que se verifica en pasar tiempo juntos, preocupándonos los unos por los otros.


Oramos, realizamos nosotros mismos las labores domésticas, comemos, estudiamos, asistimos a las recreaciones comunitarias… siempre en espíritu de comunión bajo la mirada del Servidor que hace las veces de Cristo para nosotros. Esta nuestra vida debe caracterizarse según nuestro espíritu por ser pobre, gratuita y alegre.